Exposición de Variantes

El tratamiento conductual más eficaz para hacer frente a las conductas de evitación en los trastornos fóbicos, es la exposición en vivo de los estímulos fóbicos sin la conducta de escape hasta que la ansiedad remita. La clave del tratamiento: Impedir que la evitación o escape se convierta en una "señal de seguridad", más que impedir el escape por sí mismo. Los mecanismos explicativos de la reducción del miedo, durante la práctica de la exposición, están relacionados con: La habituación, desde una perspectiva psicofisiológica. El cambio de expectativas, desde una perspectiva cognitiva. Los tratamientos de exposición requieren, como condiciones previas: El establecimiento de una alianza terapéutica sólida. La toma de conciencia por parte del paciente de su responsabilidad en el resultado final del tratamiento, y, en algunos casos, La implicación de la pareja del paciente en las tareas terapéuticas.

Modalidades de Exposición de Variantes.

1. Exposición en Imaginación y Exposición en Vivo

Los estímulos utilizados para la exposición pueden ser en vivo, imaginados, filmados o grabados en cinta o presentados mediante roleplaying.

Se ha considerado que la exposición en vivo es el método de elección para el tratamiento de las fobias, y que, la relajación por sí sola no tiene efectos terapéuticos en los trastornos fóbicos, y que la DS es un tratamiento muy débil para la agorafobia.

Aspectos Fundamentales:

a) Plantea un problema.
b) Es de interés en los casos que:
  • La exposición en vivo sea de difícil aplicación (fobia de volar en avión).
  • Motivación adicional para pacientes que no se atreven a iniciar el tratamiento con una exposición en vivo.
c) Su valor no está claro para:
  • Ciertos estímulos internos suscitadores de ansiedad (temor a un infarto) ni si es as eficaz que la provocación directa de esos síntomas a base de hacerle exponer al paciente en vivo la situación temida.
  • Se desconoce también si esos síntomas autonómicos inducidos (palpitaciones, sudor), se asemejan a los que experimentan los pacientes en las situaciones de pánico real.
  • Es aún una incógnita si es necesario llevar a cabo la exposición a éste tipo de estímulos internos, como complemento a la exposición a los estímulos externos.
2. Exposición En Grupo:

Con la exposición individual y con la exposición grupal, se obtienen resultados comparables.
Papel de la cohesión del grupo: Los mejores resultados parecen obtenerse en aquellos grupos cohesionados en los que los miembros del grupo permanecen espontáneamente en contacto unos con otros tras la terminación de la terapia.

Aunque las tareas de exposición pueden ser planificadas y evaluadas grupalmente, la ejecución tiene que ser individual (la presencia inicial de otra persona tiene que ir desapareciendo gradualmente).

La exposición en grupo está especialmente indicada cuando:
  • El paciente vive solo.
  • El paciente carece de habilidades sociales.
  • El paciente mantiene una relación de pareja conflictiva.
El alcance terapéutico de la exposición en grupo se debe al efecto motivacional que supone a cada paciente para la realización de las tareas y de los beneficios sociales obtenidos.

En algunos casos, la exposición en grupo puede resultar amenazante, especialmente en el tratamiento de la fobia social, y producir una mayor tasa de abandonos y rechazos del tratamiento.

3. Auto exposición:

Los fóbicos tienden a ser muy dependientes. Si la figura del terapeuta es un factor motivador en la exposición a las situaciones fóbicas, su retirada, puede detener el progreso anterior. La preocupación por el mantenimiento de los resultados a largo plazo, ha conducido al desarrollo de los programas de auto exposición, como un complemento del tratamiento y como una medida de los resultados. Objetivos: Reducir la dependencia del paciente. Acortar el tiempo de dedicación profesional por parte del terapeuta. Facilitar el mantenimiento de los resultados (control de recaídas).

Requisitos: 
  • Establecimiento de metas realistas.
  • Identificación de cada una de las conductas problemáticas.
  • Práctica regular de la auto exposición con cada una de ellas.
  • Evaluación de la reducción del nivel de ansiedad.
  • Planificación del manejo de contratiempos.
  • La auto exposición es un procedimiento mucho más potente que la exposición dirigida por el terapeuta, siempre que algún coterapeuta (familiar), acompañe al paciente en las fases iniciales y que el paciente cuente con un manual de autoayuda.
  •  El paciente debe registrar en un diario estructurado las tareas de exposición y someterlas a la exposición del terapeuta.
El registro de las tareas realizadas:
  • Proporciona un feedback inmediato.
  • Refuerza la motivación del paciente.
  • Permite identificar rápidamente los nuevos problemas planteados. 

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