Técnicas Aversivas
Las terapias aversivas intentan asociar un
patrón de reacción comportamental no deseado y socialmente sancionado, con una
estimulación desagradable, interna o externa, o reorganizar la situación de tal
manera que las consecuencias de este comportamiento no deseado sean lo suficientemente
desagradables para el emisor de tal comportamiento, que deje de ejecutarlo. En
ambos casos se espera que se establezca una conexión entre el comportamiento a
eliminar y la reacción aversiva. Se espera que el desarrollo de tal conexión y
el progreso de la misma generen una situación tal en el individuo, fisiológica
o cognitiva, que provoque un cese total en la emisión del comportamiento a
eliminar.
Los modelos propuestos para explicar el
desarrollo de las reacciones aversivas podrían resumirse en:
- Condicionamiento clásico: Esta teoría asume que la asociación de algunos elementos constitutivo de la constelación estimular componente del comportamiento a eliminar con el estímulo nocivo preseleccionado hará que el EC provoque una respuesta condicionada de aversión.
- Los proponentes de este modelo insisten en que en el procedimiento terapéutico se satisfagan requerimientos derivados de nuestro estudio de este tipo de fenómenos en el laboratorio.
- Condicionamiento operante: Se presenta el estímulo aversivo ante respuestas emitidas por el sujeto hacia dicha constelación. Algunos autores han tenido especial cuidado en diseñar sus procedimientos terapéuticos adoptando paradigmas de aprendizaje de evitación o castigo.
- Teorías centrales: La aseveración de Rachman y Teasdale, en el sentido de que una explicación puramente cognitiva de las terapias aversivas es tan insatisfactoria como una explicación basada exclusivamente en las teorías básicas de aprendizaje, sigue siendo válida.
- Teoría del estado: Hallam y Rachman proponen su “Teoría del Estado” como base del funcionamiento de las terapias aversivas. Ésta se basa, en el cambio producido en el grado general de responsividad de un individuo y no tanto en los cambios en cuanto a las conexiones específicas entre estímulos y respuestas.
Aplicación:
Pocos han sido los comportamientos problema,
por exceso, que no hayan sido sometidos en alguna ocasión a procedimientos
aversivos.
Mucho más delicado nos parece la utilización de
tales estrategias con individuos motivados a solucionar algunos problemas cuya
conceptualización como tales esté determinada por influencias sociales, por
ejemplo el caso del homosexual que acude a nuestra consulta “voluntariamente”
deseando una reorientación de su impulso sexual, reorientación forzada, en
parte, por los valores generales adoptados por la sociedad y por las actitudes
de quienes le rodean. En tales casos, pensamos que nuestra intervención ha de
orientarse prioritariamente a ayudar al individuo a autoafirmarse frente a tales
presiones... el que apliquemos el término “tratamiento”, especialmente en el
caso de la homosexualidad, no implica que consideremos a tales situaciones como
enfermedad, ni siquiera como un comportamiento sexual desviado. En estos casos,
la verdadera libertad implica ofrecerle al individuo cualquier recurso que esté
en nuestra mano, y que sea eficaz.
Evaluación:
Existen pruebas de que el mecanismo aversivo se
produce en situaciones naturales y de que tal mecanismo puede ser eficaz en el
tratamiento de casos problemas concretos, pero siguen pendientes muchas
preguntas, tanto a nivel clínico como de experimentación básica.
Consideramos que este tipo de técnica pueden
ser eficaces en aquellos casos en los que el comportamiento problema es inducido
por el grado de apetitividad que el estímulo desencadenante tiene para el
paciente (por ejemplo, parafilias, obesos en los que las características
externas de los alimentos juegan un papel especial, etc...), y mucho menos
efectivos en los que el comportamiento problema se ve mantenido por otro tipo
de procesos (por ejemplo bebedor excesivo que utiliza el alcohol como
ansiolítico, donde lo que importa son las reacciones internas subsiguientes).
Técnicas de Autocontrol
Los programas de autocontrol van a
desarrollarse, teniendo como objetivo final que el individuo aprenda a ser su
propio terapeuta. Se trata de hacer que el sujeto asuma progresiva y
gradualmente su responsabilidad en el proceso de cambio, incorporando a su
repertorio conductual todo lo aprendido, de tal manera que sea capaz ce ponerlo
en marcha de manera casi automática ante las situaciones que sea necesario, o
de generalizar el uso de las técnicas en el afrontamiento de problemas
distintos de los que le hicieron comenzar con un programa de autocontrol
Para Kanfer la importancia de los programas de
autocontrol viene fundamentada por las siguientes razones:
- Existencia de muchas conductas que sólo resultan accesibles al propio sujeto.
- Las conductas problemas suelen estar relacionados con autorreacciones y actividad cognitiva no susceptibles de observación directa.
- Puesto que los sujetos, aun buscando ayuda, resulta difícil que alteren sus estilos de vida, es necesario plantear una intervención que presente el cambio como positivo y factible para el sujeto, de tal manera que se maximice su motivación para el cambio.
- Por último, la intervención no debe tan sólo acabar con los conflictos presentes, sin enseñar al sujeto cómo manejar posibles recaídas o nuevos problemas.
Aplicación:
El programa de entrenamiento de autocontrol se
lleva a cabo en las siguientes fases:
- Autoobservación: En un primer momento habrá que enseñar al paciente u operativizar sus problemas, para posteriormente obtener datos acerca de las características topográficas y las relaciones funcionales de los mismos.
- Establecimiento de objetivos: El paciente habrá de decidir qué nivel de control quiere alcanzar sobre la respuesta conflictiva.
- Entrenamiento en técnicas concretas y establecimiento de criterios de ejecución: En esta fase se deciden las técnicas concretas de autocontrol en las que se entrenará al cliente. A su vez se establecen las reglas de conducta que guiarán todo el entrenamiento, es decir, qué se compromete a hacer el cliente y en qué momentos concretos.
- Aplicación de las técnicas en contexto real: Una vez que el entrenamiento se ha llevado a cabo en la consulta, el siguiente paso es la puesta en práctica de lo aprendido en su vida diaria.
- Revisión de las aplicaciones con el terapeuta: Una vez que el sujeto empieza a afrontar situaciones reales, la tarea en las sesiones con el terapeuta consistirá en revisar las aplicaciones concretas realizadas, analizando las dificultades y problemas surgidos para su solución.
Evaluación:
Llegar a obtener un nivel adecuado de
autocontrol permite al sujeto una mejor adaptación al medio y una mayor
autoestima. El individuo se percibe como una persona más libre que posee un
amplio repertorio de estrategias de afrontamiento, así como una metodología de
usos que le permiten decidir qué actuación es la más adecuada a la situación
que se le presenta. El terapeuta en este proceso tiene un papel temporal, de
apoyo y guía del cambio conductual del cliente, debiendo ser muy cuidadoso para
no detentar ciertas responsabilidades del proceso terapéutico que el cliente ya
esté en condiciones de asumir.
Estos programas ofrecen, por una parte, la
posibilidad de que el individuo aprenda a cambiar su comportamiento sin
necesidad de la ayuda de un terapeuta, motivándole mediante la presentación de
casos similares que consiguieron resolver el problema; por otra parte, aportan
al sujeto ideas que le pueden permitir el aplicar y ajustar las técnicas a sus
propios problemas aun cuando no sena los que específicamente se abordan.
Los beneficios, tanto individuales como
sociales, derivados de la puesta en práctica de estrategias de autocontrol se
harán más fácilmente accesibles y de una manera menos costosa, que en el caso
de una intervención individualizada al evitar en parte el coste emocional y de
riesgo físico que determinadas conductas conllevan, así como el gasto económico
que requiere su solución.
Técnicas de Modelado.
Es un proceso de aprendizaje observacional en
el que la conducta de un individuo o grupo actúa como un estímulo para generar
conducta, pensamiento o actitudes semejantes en otras personas que observan la
actuación del modelo. El procedimiento básico del modelamiento es muy simple,
consiste en exponer al cliente ante uno o más individuos presentes o filmados
que exhiben los comportamiento adecuados que el debería adoptar.
Las técnicas de modelado intentan enseñar los
principios o reglas que deben guiar la conducta en contexto determinado más que
respuestas imitativas simples.
El modelado puede utilizarse para aprenden
nuevas conductas, inhibir o desinhibir patrones comportamentales, facilitar
respuestas, aumentar los efectos de los estímulos o incrementar la activación
emocional o afectiva. Las distintas técnicas de moderado difieren en su
utilización según se use con un objetivo u otro.
Aplicación:
Las principales áreas de aplicación de las
técnicas de modelado podemos dividirlas en tres:
- Preventiva: es decir, promoción de prácticas de mantenimiento de la salud, mejora del cuidado personal y de las personas allegadas.
- Tratamiento de problemas ya desarrollados: fobias y ansiedad, déficit en habilidades sociales y aserción.
- Educación: entrenamiento de los agentes terapéuticos, cónyuges, padres, directivos o el propio cliente.
Evaluación:
Las técnicas de modelados son útiles y eficaces
en áreas educativas, clínicas y preventivas, sus posibilidades de aplicación en
niveles grupales y comunitarios las hacen ventajosas en términos
coste/beneficio. Las técnicas de modelado cada vez se utilizan de forma más
eficaz para el aprendizaje de comportamientos adecuados. No obstante, también
facilita el aprendizaje de conductas desadaptativas, y deberían ser utilizados
como razones para reducir la exposición sistemática en televisión y medios de
comunicación de modelos de violencia que han de tener efectos negativos en el
comportamiento social.
Técnica del Control del Dialogo Interno y
Autoinstrucciones.
El entrenamiento en autoinstrucciones supone
instaurar verbalizaciones internas adecuadas que permitan la realización o el
afrontamiento de una determinada tarea, situación o acontecimiento.
La modificación del diálogo interno, objetivo
básico del entrenamiento autoinstruccional, requiere del uso combinado de
diversas técnicas conductuales.
Las autoverbalizaciones que el niño debe
aprender e interiorizar están relacionadas con el tipo de tarea y con las
secuencias de respuestas encadenadas que ésta requiera.
El entrenamiento autoinstruccional se utiliza
con mucha frecuencia para modificar o constrarrestar los efectos de
“pensamientos automáticos” que interfieren con la ejecución correcta de una
tarea o el afrontamiento de una situación.
Aplicación:
Puesto que el objetivo fundamental es enseñar a
la persona a utilizar “autoinstrucciones” que le permitan guiar con éxito su
propia conducta, es importante que sea el mismo sujeto, no el terapeuta, el que
genere el mayor número posible de autoverbalizaciones, según su tipo de
vocabulario o su forma más habitual de expresión, (por ejemplo: ¡qué guay!,
¡qué estupendo!).
El entrenamiento autoinstruccional se ha
aplicado fundamentalmente a problemas infantiles y en personas con problemas de
deficiencia mental o esquizofrenia. La aplicación de esta técnica en adultos
con problemas de ansiedad, estrés, dolor o autocontrol, llevó a la inclusión de
nuevos elementos terapéuticos y fases durante el entrenamiento.
Evaluación:
En entrenamiento auto-instruccional, se ha
aplicado fundamentalmente a problemas infantiles y en personas con problemas de
deficiencia mental. La aplicación de la técnica en adultos con problemas de
ansiedad, estrés, dolor o autocontrol, llevó a la inclusión de nuevos elementos
y fases, lo que dio lugar a un nuevo procedimiento de intervención denominado
"inoculación de estrés".
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